Claus Vorm, Portfolio Manager de Stable Equity Strategies de Nordea, nos habla sobre cómo su equipo está asumiendo el mercado 2023 con confianza

A medida que avanza el 2023, las presiones inflacionarias siguen siendo el principal escollo al que se enfrentan los inversores, las cuales están obligando a muchos bancos centrales a subir drásticamente las tasas de interés. A pesar de los continuos desafíos, si observamos los mercados desde un punto de vista fundamental, las acciones siguen siendo la clase de activos con más probabilidades de ofrecer una rentabilidad sólida capaz de compensar la inflación. El gestor de carteras Claus Vorm cree que las empresas con más éxito en 2023 serán aquellas con beneficios estables y balances sólidos, que puedan ejercer como fuerzas estabilizadoras para paliar la debilidad económica y el aumento de tipos. En esta entrevista habla sobre cómo está posicionando la estrategia Stable Equities de Nordea para obtener sus buenos resultados.

Con la estrategia Global Stable Equity de Nordeahace una selección de acciones sobre una base cuantitativa. ¿Qué factores juegan aquí un papel importante?

En primer lugar, tratamos de identificar la relación riesgo-rentabilidad de las acciones individuales y observar diferentes cifras clave: el precio, los beneficios, los dividendos, el EBITDA y el flujo de caja de una empresa. Lo que buscamos es básicamente estabilidad. Si bien algunos modelos el CAPM asumen que las acciones de alto riesgo también generan genera mayores niveles de rentabilidad, tratamos de identificar anomalías en el mercado. Al fin y al cabo, buscamos buenas rentabilidades con bajo riesgo.1 Tomemos como ejemplo las acciones de crecimiento. En general, las expectativas de las acciones de crecimiento suelen ser superiores a la rentabilidad real. Por lo tanto, evitamos las acciones de crecimiento y nos centramos en las bajo riesgo absoluto que ofrecen una mejor relación riesgo-rentabilidad. A través de esta selección inicial, nos quedamos con 350 acciones que serán defensivas, reconocidas en el mercado y con suficiente transparencia en los beneficios. En vez de adherir todas ellas a la estrategia, hacemos en este punto un análisis de valoración para poder excluir sorpresas negativas en la medida de lo posible. Solo entonces empezamos a construir la cartera. El resultado es una cartera diversificada de alrededor 100 acciones.

¿Vamos a ver variaciones hacia acciones de crecimiento en 2023?

Las acciones de crecimiento han tenido un comportamiento deficiente durante el último año por ciertas razones. Algunas de ellas estaban sobrevaloradas y ahora se encuentran en valoraciones más razonables tras correcciones. Cuando vuelvan las valoraciones atractivas de nuevo en este segmento de la renta variable, habrá oportunidades para comprar en este segmento. Aunque no creo que esto vaya a suceder a gran escala todavía. Por un lado, hay cada vez más títulos de crecimiento atractivos, pero por otro lado, muchas de las empresas siguen siendo demasiado caras y la relación riesgo-rentabilidad sigue siendo demasiado pobre. Pero eso no significa que apostemos ciegamente a las acciones value. Nos fijamos tanto en la calidad como en la estabilidad. De esta manera, evitamos centrarnos demasiado en las acciones value.

¿Cuál es la asignación sectorial de la cartera?

Vemos el sector sanitario bastante atractivo en este momento por ser tratarse de empresas bien diversificadas cuya dependencia de productos individuales es baja. Además, muchas compañías farmacéuticas tienen un gran poder de fijación de precios. Sin embargo, en principio no queremos que ningún sector represente más del 25 % de la cartera.

¿Qué sucede cuando un sector alcanza más del 25%?

Digamos que no es un gran limitante. Tratamos de identificar las empresas con valoraciones favorables semanalmente. Siempre y cuando las empresas tengan datos sólidos, también son elegibles para la cartera. También tratamos de tener especial cuidado de que las empresas no sean demasiado similares u operen en la misma área de negocio. A veces también vemos necesario hacer correcciones. Cuando el desempeño en un sector es bueno durante un período de tiempo más largo, las correcciones pequeñas son bastante normales. Se ha dado el caso de hecho en algunas acciones del sector salud que se han visto revaluadas. Es entonces cuando desechamos a los candidatos más débiles y nos quedamos con aquellas empresas que son más atractivas.