Por Laurent Gorgemans, Global Head of Investment Products at Nordea Asset Management

Una economía en desaceleración tiene efectos negativos sobre los mercados, pero también ofrece oportunidades de inversión: desde renta fija con valoraciones más atractivas a empresas más baratas con unos flujos de caja sólidos.

Pese a que la economía mundial se comprime, los bancos centrales vuelven a apretar con sus políticas monetarias mientras la inflación siga siendo un problema.
Los primeros brotes verdes ya se pueden apreciar en EE. UU. Los efectos de base, la repercusión de las políticas de la Fed y el BCE y la expectativa de unos precios del petróleo más bajos, deberían reforzar esta tendencia en los próximos meses.

Se espera que la economía europea se ralentice significativamente: del 3,1% en 2022 al -0,1% este año, según el consenso de las expectativas. La recesión leve sugiere un mercado laboral todavía sólido. Además, los precios de la energía deberían estabilizarse en niveles más bajos, lo cual brindará cierto alivio, aunque la oferta se mantenga limitada. Dentro de un par de trimestres, deberíamos ver cómo se recupera la economía, respaldada por una menor inflación y un balance general de los consumidores sólido.

En EE. UU., la economía también se ralentiza: más allá de la sacudida inflacionaria sobre las rentas bajas, las pérdidas en el mercado financiero e inmobiliario preocupan a los hogares con ingresos medios. Por ello, se espera un cambio de rumbo en la política monetaria de la Fed con unos recortes de tipos de interés a un ritmo moderado, lo cual beneficiaría tanto a la renta fija como a la variable de EE. UU. y a posteriori a Europa.

¿Cuáles son las soluciones para los inversores?

  1. Títulos con unos flujos de caja robustos que no sean demasiado caros, así como covered bonds con vencimientos largos, que proporcionan un horizonte de inversión más amplio.
  2. Soluciones mutiactivo que presentan una menor correlación con las principales clases de activos.
  3. En la renta fija, habrá que esperar para que aumente el apetito al riesgo. Los inversores acudirán primero a los bonos soberanos a largo plazo, puesto que se anticipa un giro de la Fed y, luego, al crédito, que se valora por su tasa de morosidad resultante.